lunes, 26 de febrero de 2007

17. La flor y el jardinero

Amor mío, léete la historia despacito y con cariño. Quizá algún día te sea
útil.


Te quiero, te quiero casi desde el principio y te querré siempre


Tu niña, en algún rincón

La flor y el jardinero

Había una vez, no hace mucho tiempo un jardinero de cuyo nombre no puedo acordarme. Éste tenía un jardín sin flores, hasta que un día un amigo muy querido le regaló unas semillas para ver si alguna de ellas le daba fruto y el jardín dejaba de estar tan triste y vacío.

El jardinero raudo e ilusionado se dispuso a plantar las semillas, preparó el mejor lugar del jardín, el mejor abono y todos los días regaba sus semillas, a veces en exceso porque la emoción se apoderaba de él. Al cabo de un tiempo todos estos cuidados fueron dando lugar a unos tímidos y pequeños brotes que el jardinero cuidaba con esmero y sabiduría. No pasaba un sólo día sin que el jardinero admirada el fruto de sus cuidados, que poco a poco se iban convirtiendo en una rara pero hermosa flor.

Pasó el tiempo y el jardinero sin razón aparente comenzó a descuidar a su flor. Ésta trataba de llamar su atención, se dejaba caer un pétalo para ver si el jardinero se acercaba aunque fuera a recogerlo, pero nada, el jardinero estaba muy ocupado en otras cosas como para fijarse en aquella flor.

Un día la flor casi moribunda, sin apenas fuerzas y en un intento de salvar su vida habló al jardinero: -Jardinero, ¿qué pasa que no me riegas, no me abonas, no me cuidas?-
El jardinero le respondió que no se preocupara que él tenía el mejor abono, el mejor agua y las mejores vitaminas para ella, pero que en ese momento no se lo podía dar, que tuviera paciencia, que se lo daría todo, porque sólo le importaba ella, pero debía esperar.

La flor, muy triste, trato de sobrevivir sin todo aquello pero estaba tan débil que un día apenas soplo un ligero vientecillo y se la llevó.

A la mañana siguiente el jardinero no notó su ausencia, pero después de unos días se dio cuenta que su flor ya no estaba. Éste se puso muy triste y lloró, salió como loco a buscarla, pero ya nada había que hacer, la flor estaba muerta en algún rincón.





T.M.R.

domingo, 25 de febrero de 2007

16. Una de cal...

…y otra de arena.

Me niego a dejarte con el mal sabor de boca de la carta de ayer. Porque además se me olvidó decirte varias cosas. Es cierto que hay cosas que no me das, pero también es cierto que me das mucho más de lo que he tenido nunca. Y que pesa mucho más todo eso que lo que “falta”. Además es cuestión de tiempo.

Mi amor, ya se que yo no estoy colaborando mucho a tu tranquilidad, pero por favor vida mía, no sufras por nada que yo estoy muy contenta y feliz y no sólo por que vas a venir, sino porque vamos a tener una familia. Porque me va hacer mucha ilusión conocer a Marco, y que pueda venir a casa a vernos y estar unos días aquí como hace Domenico. Me emociono si pienso que por fin vas a ver al niño de tus ojos y que ninguno de los dos volveréis a estar solos.

Eres el hombre más maravilloso del mundo y yo muy muy afortunada por tenerte.
Me gustas, me caes bien, me encantas, te adoro, te necesito, me atraes, te amo, te quiero, te deseo. Despiertas en mí todas las emociones posibles, algunas te las puedo contar otras simplemente las sentirás ;)

Me muero por sentir tu presencia, por tenerte cerca, por saber que estás ahí, para mí. Quiero abrazarte y besarte toda la vida. Disfrutar de ti en cuerpo y alma. Conocer tu cuerpo a besos para grabarte en mi mente. Quiero por encima de todo hacerte feliz.

Voy a planchar mi amor ya sabes que me encanta.
Hasta la noche.

Tu niña

sábado, 24 de febrero de 2007

15. Mi Amor

Mi amor, es sábado, estoy sola en casa. María me había invitado a pasar con ella el fin de semana pero no he querido ir, no quiero que nada me quite tiempo de estar contigo. Eres lo único que quiero y necesito.
Mi vida, sabes perfectamente lo que siento por ti, desde el 22 de octubre vivo prácticamente para ti y para preparar tu llegada, pero han sucedido cosas que si bien tú justificas con la situación yo no soy capaz de encajarlas.
El pasado a veces condiciona el presente, yo trato de que eso no sea así, pero no siempre lo consigo. La cuestión es que aún asumiendo mis miedos, decidí entregarte mi vida y mi futuro con la seguridad de que con tu amor todo lo negativo del pasado iba a desaparecer. Pero no está siendo así. Todo lo contrario. Los días pasan y tus palabras no dicen lo mismo que tus actos y eso me llena de confusión. Tú dices que es normal y que esto pasará cuando estemos juntos, pero yo no estoy tan segura. Y en estas circunstancias no me siento capaz de plantearme un futuro contigo aunque no quiero renunciar a ti. Pero todo esto me hace daño, estoy sufriendo y muchas veces me siento tonta por haber construido un futuro contigo sólo por palabras que al final han quedado en eso, porque no van a acompañadas de hechos.
Lo último que quiero es pasarme el día así, no hay necesidad. No quiero, no me gusto así, y yo siempre me he gustado y me ha gustado mi vida. Pero también he tenido claro que si compartía mi vida con alguien era para estar mejor que estando sola, para estar más feliz, puesto que yo no soy una de esas mujeres que no pueden vivir sin un hombre. Por eso, por no tener esa necesidad entiendo que sólo hay una razón para compartir mi vida: el amor bidireccional.
Soy una soñadora, es cierto, pero no soy mujer de vivir en castillos de aire. Puedo tener sueños y proyectos a medio o largo plazo, pero han de sostenerse por algo y esto “lo nuestro” cada vez se sostiene menos. No quiero promesas, quiero realidades. Así que necesito que le demos un giro a esto y por su puesto estoy abierta a cualquier cosa que tú propongas y lo último que quiero que me digas es que tú no pintas nada, eso es lo último que quiero escuchar porque hace que mi amor y mi deseo se mueran por un momento.
Prepara tu documentación para venir a España y para casarnos. Vamos a conocernos, vamos a ver si es verdad que las dudas van a desaparecer cuando estemos juntos, si es así perfecto, juntos hasta que la muerte nos separe, si no tranquilo que me casaré contigo para que puedas vivir aquí legalmente, pero sin que sea necesario que seamos una pareja de verdad. Mientras para mí tú sigues siendo el mismo, mis sentimientos no han cambiado, pero mis ilusiones están desilusionadas. Cada cosa que ha pasado a ido apagando mi ilusión por eso quería decirte todo esto antes de que mi ilusión desparezca por completo y no haya nada que hacer.
Esta es la ultima vez que te hablo de esto. A partir de ahora sólo me queda esperar que estando juntos todo esto cambie. Pero para mí esto ya no es un proyecto de futuro, es una realidad del presente que ira marcando lo que pasara en el futuro y yo quiero que sea lo que hemos hablado hasta ahora, pero me niego a vivir resignada, no quiero. Estoy enamorada de ti, pero no puedo estar eternamente esperando que reacciones. Soy divina, es cierto, pero además de divina soy mujer esto no lo olvides.
Te amo, te amo más de lo que he amado nunca. Esto no cambia, de hecho sería muy fácil desaparecer sin decir ni una palabra, pero me importas demasiado. Yo quiero pasar contigo el resto de mi vida, sé que eres el hombre que necesito y sé que yo puedo hacerte feliz a ti. Abre los ojos, amor mío.

Tu niña.

jueves, 22 de febrero de 2007

14. No puedo más…‏

...y no tiene nada que ver con que no tengas luz hoy, son un cúmulo de cosas
que hace que esto sea mas duro que placentero. Vuelves a llegar cada día más
tarde (y ya ni te molestas en avisar), imagino que estás tan ocupado como
para que mi cansancio (que a esas horas es notable) pueda esperar. Te dedico
mi vida por completo y me gusta, porque te quiero, pero sinceramente no te
comportas como el amor que dices que me tienes. La verdad es que la
sensación que tengo es como si quisieras terminar con esto y no te
atrevieras y por eso comienzas a pasar de mí.

Te quiero, pero no puedo sufrir más. Sola nadie me hace daño, no quiero
vivir pendiente de si llegas o no llegas, de si escribes o no escribes. No
hay necesidad de sufrir porque además imagino que a ti tampoco te apetece
tener a una tía jodiendo con sus tonterias románticas.

sábado, 17 de febrero de 2007

13. Si no puedo dormir prefiero estar contigo...

Hola mi vida,

No puedo dormir, me haces mucha falta. Vivir sin ti me parece perder el tiempo. Voy a tomarme estas semanas como el prólogo de nuestro amor para darle sentido a cada día. Será como preparar una gran fiesta.

Mi vida, no quiero que te preocupes por mí, yo estoy bien y puedo aguantar la espera sin problemas, quiero decir sin problemas serios. Está claro que te quiero, y sólo por esta razón te necesito para vivir, para que todo tenga razón, pero no soy una niña y soy consciente de la situación, al igual que tú, por eso “me basta” pensar, por ejemplo, en el verano (que con toda seguridad estarás aquí) e imaginar como voy a vivir contigo. Por otro lado, quiero que sepas una cosa, es cierto que de alguna manera y por mi forma de entregarme al amor estoy en tus manos, ahora mismo puedes hacerme la mujer mas feliz del mundo o la mas desgraciada, aún así y aunque te parezca una barbaridad quiero que sepas y no olvides que si una vez aquí algo, lo que sea, no es como esperas o deseas eres libre de seguir tu camino sin mí. No pondré ningún problema y lo entenderé con toda la tranquilidad del mundo por el gran amor que te tengo. También podría entender que un día no te apeteciera estar hasta las tantas despierto ó quisieras dormir pronto, pues si eso sucede me lo dices, que no pasa nada. Quizá si te acostaras antes dormirías mejor y estarías más tranquilo. No soporto saber que estás mal y no poder llenarte de besos y caricias hasta que los nervios pasaran a ser emoción.
Sé que estás muy mal allí, que necesitas escapar de todo aquello que tanto daño te hace y que por eso vas a llevar este tiempo peor que yo, pero trata de mirar tu objetivo, 12 años esperándolo y ahora los estás rozando, solo semanas, días, horas y lo habrás conseguido :)

Tenemos que ser fuertes, y cuidarnos mucho, aunque estemos lejos. Aunque reconozco que hoy no sabia que hacer al notarte tan mal. Me he puesto muy nerviosa yo también, así que he empezado a contarte mis historias para distraerte. Quizá a veces te aburro y no me lo dices, pero es que soy muy torpe si me pongo nerviosa.

Por cierto, no me olvido que tengo que enviarte algo, pero es que vida mía ni tiempo he tenido de prepararlo, cómo esta semana la jefa está de vacaciones me escaparé algunas horas para prepararlo y también terminar de solucionar una pequeña pesadilla que ha aparecido hace unos días, depende como se resuelva quizá tengamos que hacer unos leves cambios respecto a lo que de momento hay planeado, pero lo hablaremos en su momento.

Bueno amor, voy a intentar dormir un poco. Mañana no suena el despertador y para mí esto es una maravilla. Si mañana hace el tiempo como estos últimos días bajaré a pasear por el mar, intentaré retomar mis costumbres del verano, siempre salía a pasear los sábados, hasta tarde y me sentaba muy bien, caminar y caminar con el mp3, siempre con él, que me ayuda a aislarme.

Mi vida, te quiero más que a mi vida.


Tu niña

sábado, 3 de febrero de 2007

12. Un espina de la rosa‏

Mi vida…

Me siento mal, me estoy sintiendo mal desde hace unos días, no sabia lo que
era, pero creo que ya lo se. Amor es que no me siento querida por ti, es que
se que me quieres, pero hay muchas cosas que necesito y no me estas dando y
eso me frustra, hace que me sienta muy mal y muy sola.
Es que son varios meses y sigue sin nacer de ti cosas que yo creo propias
del amor. No paro de darle vueltas a la cabeza, cómo es posible que nunca
reciba un sms sin razón alguna, ni una carta, ni un mail…. Nada, tus
necesidades están satisfechas con hablar cada noche conmigo, pero las mías
no.
Es que yo pienso que cuando uno está enamorado (ya se que tú aún no lo estás
del todo, me lo dijiste hace unas semanas) la necesidad de amar y de cuidar
a la persona amada es algo que nace y a ti, vida mía, no te nace nada es que
yo ya no se qué pensar. Pero me siento mal y hace días que estoy así, y cada
día que pasa me siento peor y cada vez me afectan más las cosas y todo parte
de lo mismo: no me siento querida, mi vida. A esto le falta emoción, cada
día al abrir el correo me encuentro con varios correos, pero nunca uno tuyo
salvo si ha habido algún problema, cuando suena el móvil nunca eres tú,
salvo para responder a un sms mío… Mi vida, me siento mal.
Y esto no es algo que se aprenda ni que se deba pedir, se da o no se da, eso
es lo que me preocupa, amor.

Te quiero

Tu niña

jueves, 1 de febrero de 2007

11. El amor tiene una barca .......‏

“las unicas cosas que me importan son Tu y tu felicidad”


No, no y mil veces no. Tus miedos están muy por encima de mi felicidad.
Tú dices que me sientes “tu mujer” y qué más natural que ésta te espere en
la cama, pues hay algo más natural que esto y es que ella te llame a la
salida del trabajo para volver juntos.
Y no me hables de que comprenda tus miedos, porque yo tengo todos los tuyos
multiplicados por mil (soy una mujer, estoy sola y lo estoy arriesgando
todo), pero lo único que veo es que soy la única que hace algo por
superarlos pero me encuentro con un muro infranqueable hecho de miedo, del
mismo miedo que yo trato de superar.

Tú verás, quieres dar pasos de gigante sin construir antes el camino.
No me cuidas Manuel, no lo haces, las palabras con las que empieza este
mail no son ciertas, quizá tú crees que si lo son, pero no, y te lo digo
porque yo sé lo que es sentir que te importe más la felicidad de alguien a
quien amas que la tuya propia, y cuando es así no hay miedo que pueda
convertirse en una barrera. Y no se trata de que sea mas atrevida que tú,
que no lo soy, la cuestión es que pienso en ti por encima de mí y por eso y
con mucho esfuerzo hago cosas que te harán feliz a ti y por su puesto a mi
también, pero primero pienso en ti.

Fueron sólo segundos mientras escuchaba el tono del teléfono sabiendo que
veias mi nombre en el móvil pero no ibas a descolgarlo, fueron los segundos
mas largos de mi vida y el desprecio más cruel.

Puedo comprender el miedo, porque lo siento, lo que no puedo comprender es
que éste supere al amor.


Te quiero

Teresa