Mi amor, es sábado, estoy sola en casa. María me había invitado a pasar con ella el fin de semana pero no he querido ir, no quiero que nada me quite tiempo de estar contigo. Eres lo único que quiero y necesito.
Mi vida, sabes perfectamente lo que siento por ti, desde el 22 de octubre vivo prácticamente para ti y para preparar tu llegada, pero han sucedido cosas que si bien tú justificas con la situación yo no soy capaz de encajarlas.
El pasado a veces condiciona el presente, yo trato de que eso no sea así, pero no siempre lo consigo. La cuestión es que aún asumiendo mis miedos, decidí entregarte mi vida y mi futuro con la seguridad de que con tu amor todo lo negativo del pasado iba a desaparecer. Pero no está siendo así. Todo lo contrario. Los días pasan y tus palabras no dicen lo mismo que tus actos y eso me llena de confusión. Tú dices que es normal y que esto pasará cuando estemos juntos, pero yo no estoy tan segura. Y en estas circunstancias no me siento capaz de plantearme un futuro contigo aunque no quiero renunciar a ti. Pero todo esto me hace daño, estoy sufriendo y muchas veces me siento tonta por haber construido un futuro contigo sólo por palabras que al final han quedado en eso, porque no van a acompañadas de hechos.
Lo último que quiero es pasarme el día así, no hay necesidad. No quiero, no me gusto así, y yo siempre me he gustado y me ha gustado mi vida. Pero también he tenido claro que si compartía mi vida con alguien era para estar mejor que estando sola, para estar más feliz, puesto que yo no soy una de esas mujeres que no pueden vivir sin un hombre. Por eso, por no tener esa necesidad entiendo que sólo hay una razón para compartir mi vida: el amor bidireccional.
Soy una soñadora, es cierto, pero no soy mujer de vivir en castillos de aire. Puedo tener sueños y proyectos a medio o largo plazo, pero han de sostenerse por algo y esto “lo nuestro” cada vez se sostiene menos. No quiero promesas, quiero realidades. Así que necesito que le demos un giro a esto y por su puesto estoy abierta a cualquier cosa que tú propongas y lo último que quiero que me digas es que tú no pintas nada, eso es lo último que quiero escuchar porque hace que mi amor y mi deseo se mueran por un momento.
Prepara tu documentación para venir a España y para casarnos. Vamos a conocernos, vamos a ver si es verdad que las dudas van a desaparecer cuando estemos juntos, si es así perfecto, juntos hasta que la muerte nos separe, si no tranquilo que me casaré contigo para que puedas vivir aquí legalmente, pero sin que sea necesario que seamos una pareja de verdad. Mientras para mí tú sigues siendo el mismo, mis sentimientos no han cambiado, pero mis ilusiones están desilusionadas. Cada cosa que ha pasado a ido apagando mi ilusión por eso quería decirte todo esto antes de que mi ilusión desparezca por completo y no haya nada que hacer.
Esta es la ultima vez que te hablo de esto. A partir de ahora sólo me queda esperar que estando juntos todo esto cambie. Pero para mí esto ya no es un proyecto de futuro, es una realidad del presente que ira marcando lo que pasara en el futuro y yo quiero que sea lo que hemos hablado hasta ahora, pero me niego a vivir resignada, no quiero. Estoy enamorada de ti, pero no puedo estar eternamente esperando que reacciones. Soy divina, es cierto, pero además de divina soy mujer esto no lo olvides.
Te amo, te amo más de lo que he amado nunca. Esto no cambia, de hecho sería muy fácil desaparecer sin decir ni una palabra, pero me importas demasiado. Yo quiero pasar contigo el resto de mi vida, sé que eres el hombre que necesito y sé que yo puedo hacerte feliz a ti. Abre los ojos, amor mío.
Tu niña.
sábado, 24 de febrero de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario