miércoles, 4 de abril de 2007

28. Tercera noche sin ti…

21:53h

Hola mi vida, hace apenas unos minutos he recibido un mensaje tuyo, me pregunto porqué ni un momento así te vas a deshacer del miedo de hablar conmigo, sería mucho más fácil, hay un montón de cosas que me gustaría saber y no puedo preguntarte, me pones siempre tantas barreras… Y no me atrevo a romperlas para no hacerte sentir mal, no sé, esto es de locos… Tú en un hospital y no podemos ni hablar. Aunque qué importa eso ahora ¿no? Hemos llegado hasta aquí con tus condiciones y a tu manera, a pesar de todo. Me haces tanto sufrir mi vida… y yo te amo tanto, pero me tienes siempre al límite.


23:11h
¿Sabes? Desde el viernes pasado vivo como un robot, estoy en el mundo pero sin estar, voy caminando por la calle como un zombi, no escucho ni veo nada, sólo puedo pensar en que esto pase de una vez. Cómo puede ser todo tan difícil.

Mi cielo, te admiro profundamente, creo que no te lo he dicho nunca y si te lo he dicho te lo repito. Eres la mejor persona que he conocido nunca, eres integro, generoso (aunque tú te das muy poco) dulce, comprensivo, sereno, fuerte, valiente, inteligente, simpático… vaya se me nota mucho que te amo ¿no?. Estás llevando esto muy bien, aunque no estoy contigo lo sé, lo noto.

Dices que a partir de mañana estaremos tres o cuatro días sin “hablar”, ojala todo salga bien, no sabes lo que será para mí esa incertidumbre, vivir mirando el móvil. Ahora cada mensaje que llega y no es tuyo me pone tan triste.

Y sólo quiero que te pongas bien.

Mi vida… Hoy me ha costado mucho escribirte esta carta, es que no puedo para de llorar, me duele, me duele tanto todo esto.


Te amo.
Hasta mañana mi vida. Espero que todo salga bien.

Tu niña, tu mujer.

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